Equipo básico para hacer jabones
En primer lugar hay que disponer del equipo de seguridad: Gafas, guantes y delantal, como indica el apartado seguridad. Para el proceso en frío serán necesarios uno o varios recipientes, preferiblemente de cristal, para hacer las mezclas, una báscula para pesar los ingredientes, una batidora de mano y un molde. Para el proceso en caliente además de lo anterior es habitual utilizar una olla de acero inoxidable. Es muy recomendable utilizar este material sólo para hacer jabones. No utilizarlo luego para alimentos.
Recipientes para hacer jabón
Los mejores recipientes para hacer las mezclas son los de cristal. Las jarras de pirex o por el estilo aguantan bien todo el proceso, tanto por a temperatura como por la causticidad. Permiten además ver bien el contenido y comprobar que todo se mezcla como es debido.
Una báscula es imprescindible
La báscula para hacer jabones es un elemento imprescindible. No valen las recetas que dicen nosecuantas cucharadas o una pizca de tal o cual. Ni siquiera son convenientes las que están indicadas en mililitros u otra medida de volumen. Es importantísimo pesar correctamente los ingredientes. La medidas son siempre en gramos. En algunos países en onzas. Pero siempre por su peso.
Lo ideal es contar con una báscula digital de cocina que son bastante precisas, suelen medir de gramo en gramo hasta 5 kilos y no valen más de 15€. Si además te permite la opción de hacer TARA, o sea eso de que te quita el peso del recipiente contenedor, mucho mejor.
La batidora de mano para hacer el jabón
La batidora de mano no es imprescindible pero sí muy recomendable. Para algunos jabones, que tadan mucho en llegar a la traza, sí puede resultar casi imprescindible. Es recomendable que sea regulable y también de acero inoxidable. La debemos de poner a una velocidad lenta para controlar mejor el proceso y evitar posibles salpicaduras o derrames. Son muy cómodas las que tienen el brazo extraible, para poderlo limpiar aparte, y las autónomas sin cable, deben de serlo más.
Hay que introducir la batidora en la mezcla de jabón estando apagada para evitar salpicaduras. Además hay que intentar sacar el aire de la campana de la batidora inclinándola un poco hasta que salgan las burbujias. Y es entonces cuando hay que presionar el botón. Así se evitan posibles burbujas en la mezcla de jabón.
Las batidoras pequeñitas que se venden para hacer espuma en la leche funcionan muy bien para remover colorantes o las arcillas. Tambien tienen su utilidad en la elaboración de cremas.
Las espátulas o 'cosas' para remover
Para remover el jabón se pueden utilizar varios artilugios. Para mi, lo ideal es de acero inoxidable. Tengo un par de cucharas dedicadas a eso exclusivamente. También se pueden utilizar espátulas de silicona, pero si se usan de plástico, hay que estar seguro de que es un plástico apto par ello. Tiene que aguantar la causticidad. También se utilizan palos de madera pero, en mi experiencia, la sosa se los acaba comiendo y los restillos acabarán en el jabón. Para remover las esencias a veces uso un palillo de esos chinos.
La olla para hacer jabón
Generalmente, en el proceso en caliente, para refundir o para el lavado con sal es necesario usar una olla. Yo no digo que otra no pueda valer, pero para mi, la mejor posible es una de acero inoxidable. Las ollas de aluminio, zinc o cobre no se pueden utilizar para hacer jabones. El jabón se las come y la reacción puede ser muy llamativa. Esto vale también para los coladores.
Para hacer refundidos o jabones transparentes se pueden utilizar también ollas de coción al baño maría (crockpots) pero hay que asegurarse de que aguantan bien la causticidad.
La limpieza de los utensilios
Una vez terminado el jabón, es recomendable limpiar bien los utensilios y guardarlos aparte de las cosas de alimentación. Pero si dispones de un sitio seguro, es más fácil dejarlo hasta el día siguiente, en seco, y limpiarlos cuando los restos ya se hayan convertido en jabón. Lavarlos inmediatamente es mucho más difícil. A no ser que la limpieza vaya a ser en el lavaplatos, en cuyo caso es mejor meterlos recien usados porque de convertirse en jabón, el lavaplatos se desborda de espuma, y no mola tanto como parece.
De los moldes vamos a hablar en el siguiente apartado: moldes para jabones.